El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o TDAH, es un trastorno que hace que sea extraordinariamente difícil para los niños el concentrarse en tareas, prestar atención, estarse quietos, y controlar el comportamiento impulsivo. A pesar de que algunos niños presentan principalmente comportamientos de falta de atención y otros son predominantemente hiperactivos e impulsivos, la mayoría de los niños con TDAH presentan una combinación de ambos, lo cual puede hacer muy difícil que funcionen bien en la escuela, y ser causa de muchos problemas en casa.
Los síntomas pueden ser: sensación de no lograr los propósitos, inquietud, insomnio, arranques de ira, impaciencia, impulsividad...
Los niños con TDAH generalmente, cuando empiezan a andar lo que hacen es
correr "como si tuvieran un motor dentro".En
sus inicios escolares tienen problemas con la lectoescritura y la
matemática, habilidades que requieren un esfuerzo de concentración más
prolongado.
El tratamiento del TDAH se basa principalmente en dos componentes: las terapias conductuales y el tratamiento farmacológico. Asimismo, actualmente hay un interés creciente en la intervención
dietética y nutricional, mediante dietas de eliminación de alimentos
causantes de alergias o sensibilidad. Los psicoestimulantes son los fármacos de elección, puesto que reducen
el umbral de los sistemas de alerta y facilitan y agilizan las
respuestas, a través de diversos mecanismos de acción y el neurofeedback o neurorretroalimentación, es una modalidad de tratamiento bien establecido y no invasivo basado en el aprendizaje mediante el modelo de condicionamiento operante de Skinner, con el cual el cerebro aprende a autorregular determinados
patrones de actividad cerebral, y a aplicar estas habilidades en las
actividades de la vida diaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario